© Alberto Omar Walls
Se trata de hallar el final del calado tan profundo de esta apnea, a partir de una simple frase. Siéntate tranquilamente, apaga todo lo que te distraiga, y piensa en la frase-pregunta que te propongo más abajo.
Primero respira rápido durante unos minutos y, antes que te marees, ya casi hiperventilado tu cerebro, detente de respirar.
Ahora bucea, y baja con tu inconsciencia a la búsqueda del último significado o respuesta posibles y, ya sin aire, vuélvete silencio iluminado. Piensa luego, durante todos los instantes u horas que quieras, en esta frase, que no solo sirve para ti, o para mí, sino para el mundo:
¿Cómo puede uno ayudar a otro si padece de la misma enfermedad?