Los consejos de un padre

     © Alberto Omar Walls

 

    No me fio mucho de los que van por ahí aconsejando a diestro y siniestro. Concediendo a destajo moralidades o moralinas, cuando ni ellos se las creen. Es nuestra condición humana: la de indicar una cosa y hacer otra totalmente contraria. En eso somos maestros. Hasta cuando acompañamos al niño de paseo por la calle, le advertimos de que no atraviese el paso de peatones en rojo, pero si no vienen coches él verá que nos saltamos nuestra propia norma a placer. ¡Ah, el gran don de la contradicción y contrariedad permanentes!

 

    Cuando un padre aconseja muy en serio a un hijo, es el momento en que este debe comenzar a escuchar. Gurdjieff no fue un padre cualquiera y ni siquiera un hombre del montón. Casi setenta años después de su muerte [1949] su influencia va en aumento entre quienes buscan realizarse a través de una personalidad completa en consciencia. Su gran propuesta del Cuarto Camino, implica atender al intelecto, las emociones y, desde luego, al cuerpo físico, pues la función sexual sería la más importante, la más poderosa que produce el organismo. Y según Gurdjieff, sin la sublimación sexual no se puede lograr nada. No debe extrañarnos esta apreciación del poder que se le confiere a la función sexual, pues la defienden tanto Freud como el propio Wilhelm Reich, aunque en direcciones distintas, claro está. Reich centró sus estudios en el orgón, palabra que combinaba organismo y orgasmo. Para Reich, el orgón es la energía vital de todo organismo, la gran fuerza motora del reflejo del orgasmo, de color azul, medible y omnipresente. Para Freud…

 

   Bueno, pero hoy hablábamos de Gurdjieff. George Gurdjieff nació en Armenia a finales del siglo XIX en Alexándropol, un barrio griego de la provincia de Kars. De una personalidad misteriosa y carismática, de gran sentido crítico y elevada cultura, acaparó la atención de muchos guiándolos hacia una posible evolución espiritual y humanitaria [no hay más que verle su fantástico rostro en cualquier fotografía, de ojos grandes y bigotes atiesados: el poder de la energía de hígado y el ímpetu del triple recalentador]. Su principal obra fue dar a conocer y transmitir las enseñanzas del Cuarto Camino en el mundo occidental.  Se ha escrito que “Gurdjíeff mostró que la evolución del hombre... es el resultado del crecimiento [y desarrollo] interior individual; que tal apertura interior es la meta de todas las religiones, de todos los caminos,... pero que requiere un conocimiento directo y preciso,... y que sólo se puede adquirir con la ayuda de algún guía con experiencia y a través de un prolongado estudio de sí y del trabajo sobre sí mismo”. [V. https://es.wikipedia.org/wiki/George_Gurdjieff].

 

   De mandamientos, normas, tablillas, consejos o consejas, están las culturas sobradas. No hay religión, grupo y hasta secta que no haya dictado las suyas. Si solo nos fijáramos en los alimentos, no existe ni una sola religión que no haya aplicado sus normas sobre qué se debe y no se debería comer y beber, cuándo y cómo. En el libro de la ética del Tao se especifican 178 faltas o prohibiciones que todo seguidor ha de cumplir o evitar. Hace unos días publicamos las 20 recomendaciones o consejos de los Indios Americanos, hoy lo hacemos con los 83 consejos que Gurdjieff le expresó a su hija. Si se leen con detenimiento, y se hace una trasposición a la vida cotidiana de hoy día, se puede observar que todo este tablero de objetivos humanos tiene mucha mayor trascendencia que la simple preocupación de un padre por una hija para que esta fuera por buen camino sin torcerse o desviarse. ¿Pero deviarse de qué?; del recto camino, claro está. A mí me parece que puede serle útil a cualquiera que quisiera imprimir esta tablilla y tenerla cerca, con el objeto de observar el entorno y observarse a sí mismo. No para cargarse de más culpas, faltas y limitaciones, sino para tener un mapa genérico del mundo que habitamos que, aunque no sea el territorio entero, por supuesto, le pudiera servir de brújula para una observación consciente, y de conciencia atenta. Pero se ha de estar muy atento, por supuesto, para no confundir trazados o calles virtuales con obligaciones dictatoriales. Porque, recuérdese que una de las más hermosas virtudes del humano, es el libre albedrío.

 

  Aunque, la verdad, la verdad (¿mi verdad?)… yo soy más de conectar con mi Yo Interior y descubrir en cada momento por dónde he de navegar en la Vida. ¿Qué te llevas de casi todo? Puede, pero si estás despierto, consciente, y bien sintonizado, la cosa  te funciona. Prueba...


     Los 83 consejos de Gurdjieff a su hija:

1. Fija tu atención en ti misma, sé consciente en cada instante de lo que piensas, sientes, deseas y haces.
2. Termina siempre lo que comenzaste.
3. Haz lo que estás haciendo lo mejor posible.
4. No te encadenes a nada que a la larga te destruya.
5. Desarrolla tu generosidad sin testigos.
6. Trata a  cada persona como si fuera un pariente cercano.
7. Ordena lo que has desordenado.
8. Aprende a recibir, agradece cada don.
9. Cesa de autodefinirte.
10. No mientas ni robes, si lo haces te mientes y te robas a ti mismo.
11. Ayuda a tu prójimo sin hacerlo dependiente.
12. No desees ser imitado.
13. Haz planes de trabajo y cúmplelos.
14. No ocupes demasiado espacio.
15. No hagas ruidos ni gestos innecesarios.
16. Si no la tienes, imita la fe.
17. No te dejes impresionar por personalidades fuertes.
18. No te apropies de nada ni de nadie.
19. Reparte equitativamente.
20. No seduzcas.
21. Come y duerme lo estrictamente necesario.
22. No hables de tus problemas personales.
23. No emitas juicios ni críticas cuando desconozcas la mayor parte de los hechos.
24. No establezcas amistades inútiles.
25. No sigas modas.
26. No te vendas.
27. Respeta los contratos que has firmado.
28. Sé puntual.
29. No envidies los bienes o los éxitos del prójimo.
30. Habla sólo lo necesario.
31. No pienses en los beneficios que te va a procurar tu obra.
32. Nunca amenaces.
33. Realiza tus promesas.
34. En una discusión ponte en el lugar del otro.
35. Admite que alguien te supere.
36. No elimines, sino transforma.
37. Vence tus miedos,  cada uno de ellos es un deseo que se camufla.
38. Ayuda al otro a ayudarse a sí mismo.
39. Vence tus antipatías y acércate a las personas que deseas rechazar.
40. No actúes por reacción a lo que digan bueno o malo de ti.
41.  Transforma tu orgullo en dignidad.
42.  Transforma tu cólera en creatividad.
43.  Transforma tu avaricia en respeto por la belleza.
44.  Transforma tu envidia en admiración por los valores del otro.
45.  Transforma tu odio en caridad.
46. No te alabes ni te insultes.
47. Trata lo que no te pertenece como si te perteneciera.
48. No te quejes.
49. Desarrolla tu imaginación.
50. No des órdenes sólo por el placer de ser obedecido.
51. Paga los servicios que te dan.
52. No hagas propaganda de tus obras o ideas.
53. No trates de despertar en los otros emociones hacia ti como piedad, admiración, simpatía, complicidad.
54. No trates de distinguirte por tu apariencia.
55. Nunca contradigas, sólo calla.
56. No contraigas deudas, adquiere y paga en seguida.
57. Si ofendes a alguien, pídele perdón.
58. Si lo has ofendido públicamente, excúsate en público.
59. Si te das cuenta de que has dicho algo erróneo, no insistas por orgullo en ese error y desiste de inmediato de tus propósitos.
60. No defiendas tus ideas antiguas sólo por el hecho de que fuiste tú quien las enunció.
61. No conserves objetos inútiles.
62. No te adornes con ideas ajenas.
63. No te fotografíes junto a personajes famosos.
64. No rindas cuentas a nadie, sé tu propio juez.
65. Nunca te definas por lo que posees.
66. Nunca hables de ti sin concederte la posibilidad de cambiar.
67. Acepta que  nada es tuyo.
68. Cuando te pregunten tu opinión sobre algo o alguien, di sólo sus cualidades.
69. Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal considéralo tu maestro.
70. No mires con disimulo, mira fijamente.
71. No olvides a tus muertos, pero dales un sitio limitado que les impida invadir toda tu vida.
72. En el lugar en que habites consagra  siempre un sitio a lo sagrado.
73. Cuando realices un servicio no resaltes tus esfuerzos.
74. Si decides trabajar para los otros, hazlo con placer.
75. Si dudas entre hacer y no hacer, arriésgate y haz.
76. No trates de ser todo para tu pareja; admite que busque en otros lo que tú no puedes darle.
77. Cuando alguien tenga su público, no acudas para contradecirlo y robarle la audiencia.
78. Vive de un dinero ganado por ti mismo.
79. No te jactes de aventuras amorosas.
80. No te vanaglories de tus debilidades.
81. Nunca visites a alguien sólo por llenar tu tiempo.
82. Obtén para repartir.
83.  Si estas meditando y llega un diablo, pon ese diablo a meditar…

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