Cuando el cuerpo duele

        © Alberto Omar Walls

     

        Cuando el cuerpo duele, se dice que cualquier clase del dolor tiene que ver algo con algún sentimiento de culpa. Aunque ese sentimiento podría ser adoptado en herencia, por lo que quizá ni siquiera sea tuyo. Puede que cuando empieces a tomar conciencia de ello, se te vaya el dolor. Es bueno recordar que el cuerpo es solo un soporte y materialización cuántica de nuestra energía...

 

        Aunque también hay que tener muy en cuenta los cambios estacionales; es decir, las influencias externas. La humedad ambiental es a veces muy fastidiosa y pueden doler músculos y articulaciones. Observa cómo te encuentras en los grandes centros comerciales y bibliotecas, al tiempo que miras en la pantalla el porcentaje de humedad y los grados centígrados. Si descubres que hay menos del 45% de humedad, seguro que te sentirás estupendo, ágil y con la jiribilla suficiente para ponerte a comprar y tirar de la tarjeta de crédito. Como me dice un viejo amigo, eso está más que estudiado...

 

           En general, las piernas son las que más  se resienten, también las manos y quizá el cuello. Pero hoy voy a poner un pequeño gráfico de los puntos de correspondencia en las manos para cuando te duela en alguna parte señalada de las piernas. Pertenece a la técnica de la manopuntura coreana inventada por el dr. Yoo. Es decir, si duele de forma pasajera en algún punto de alguna de las piernas, hay que buscar en la mano su punto de correspondencia; no hagas caso si pertenece al hígado, al bazo páncreas o el riñón, se trata de poder aliviar el dolor casi sobre la marcha, y luego se verá. Esta práctica no va a suplir jamás la visita a un profesional, por el contrario, ayudará a hacernos cargo de nuestros cuerpos y no dejarlo siempre en manos de los otros o de la ignorancia. Bastará con reconocer el lugar exacto donde duele, luego buscar el punto en la mano del mismo hemisferio corporal, presionar con la uña de la otra mano, un puntero o cualquier otro objeto no punzante; también se puede presionar un poco con las yemas de los dedos, al tiempo que se espira lentamente el aire de los pulmones. El alivio se producirá, y quizá optarás por no tomarte, en ese momento, el famoso gelocatil, saridón  o cualquier otro analgésico… Prueba.

 

              Otra manera de intervenir en tu cuerpo, tan simple como la anterior de las agujas o el tacto, aunque mucho más mental, es la siguiente. Plantéate, basándote en lo que nos dice la física cuántica, que de ese que tiene dolor y se siente enfermo, ha de haber otro, como mínimo, que no lo tiene, que está fuera de tu tiempo. Por ello haz el siguiente experimento que te sugiero: quédate en la intimidad en silencio, respira varias veces profundamente y relájate concentrando tu ojos en el centro de las cejas; luego, cuando creas que estás absolutamente relajado y concentrado en tu mente creativa (el cerebro derecho), opta voluntariamente por ser el otro yo físico que no tiene dolor, que está totalmente sano. Conseguido ese estado de tranquilidad alfa, puedes dejarte caer relajadamente en un sillón que hayas puesto al lado. ¡Pero, aunque luego dejes volar tu mente, no bajes la guardia de saber, con certeza, que has optado por el otro yo cuántico que está sano, y se siente feliz, alegre! La certeza será capital, porque muestra la voluntad profunda del observador cuántico que subyace en cada uno de nosotros. Creas la certeza, ya que el individuo cuántico es creador de su propia realidad. Y ayúdate concentrándote en tu propia sonrisa interior...

 

           Por supuesto que esto anterior no es un método de sanación al uso, pero puede y debe ser utilizado a nuestro favor, sobre todo en las fases profundas del sueño, cuando previamente nos hemos relajado y hemos hablado previamente con nuestro doble que está fuera de nuestro tiempo; normalmente, las soluciones se dan cuando menos lo esperas, pero habrá que practicar no solo antes de dormir, o cuando estés apurado por el dolor o cualquier otra cosa, sino cotidianamente, estando en situación de alerta o de observador, cuidando la calidad de los pensamientos y acciones.

 

       Para entender algo de por dónde va esta teoría científica, te recomiendo este u otros encuentros en youtube  con Jean Pierre Garnier Malet, autor de la teoría del desdoblamiento del tiempo: https://youtu.be/8HH0POgycbo

 

              Ya me dirás. Prueba.

 

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