De numerología 2017, firmas de libros y crisálidas

 

        1. Para cuando esto leas, ya estaremos en la noche del cinco de enero de 2017. Es decir, ya viviendo en un año del diez; bueno, del número 10, pues 2+0+1+7, es igual a 10. Aunque, claro está, si seguimos sumando, 1+0, es igual a 1, con lo que el año lo hemos transformado en la unidad que comienza con alguna serie de acontecimientos que aún desconocemos; pero, al ser el número 1, se ve que ya tenemos la fuerza de voluntad y los espacios propicios para comenzar nuevos proyectos. Me he hecho mi numerología del nacimiento en relación con el 2017, y me ha salido estupendo. Hay por ahí muchos enlaces para que te la hagas, aunque antes te propongo que nunca te tomes nada a pie juntillas, porque o jugamos para simplemente experimentar, o mejor es dejar el futuro en manos de la incógnita o el azar (aunque no crea nada en el azar). Para mí todas estas cuestiones son juegos, como la astronomía, la grafología, la quiromancia, lectura de cartas y tarot, fondos del café, el I Chin (libro de la sabiduría), ¿por qué no experimentar con todo lo que nuestras culturas del pasado nos han ido dejando?…; claro está, juegos, pero no estupideces, porque su eficacia dependerá siempre de quien las use y del grado de preparación y conocimiento que se posea. Por otro lado, estoy seguro que cualquier don tenido, de este jaez, debe de usarse sin cobrar dinero alguno; porque comerciar con esos conocimientos les resta validez a las informaciones, las falsea. Así que ¡ojo!, pero ese es otro tema…

 

    2. Más firmas de mi novela lagunera: ayer, miércoles,  4 de enero, estuve desde las cinco de la tarde hasta las ocho, en la Librería El Águila de La Laguna (de La Carrera), firmando ejemplares de mi novela La sombra y la tortuga. Es muy buena fecha para comprar y regalar buenos libros a los amigos y familiares, y mi eficaz amiga Bea me lo propuso, quizá por eso allí fueron a visitarme amigos de siempre para que les estampara una dedicatoria y firmara en los libros que compraron para regalar. Estuvieron, entre otros muchos: Didié Sarda (ese buen poeta y gran tudurasquita, que sabe mucho más de Rafael Arozarena que tú y yo, y mira que lo conocí y traté durante tantos años cuando viví en la avenida Anaga); también Javier Medina López (magnífico cantante y flamante catedrático que acaba de aprobar su cátedra universitaria con los mejores parabienes del tribunal), con Armando Valladares (de bella barba y eterna sonrisa); Miguel Alemán (intelecto y prudencia, amistad y clarividencia, a quien veo ahora muy mejorado de su salud: ¡estupendo!); Dulce González Doroste y Rafael Alonso Solís (esposos y catedráticos ambos de nuestra ULL, abuelos de una exquisita niña de ojos azules y de fuerte luz poderosa; con Rafael compartí amistad y encuentro teatral en el TEU de Medicina de Madrid, cuando actué en el Teatro Nacional Universitario allá del año 1963, con El círculo de tiza caucasiano, dirigida por el gran Alberto Castilla, ahora Alonso Solís  estrena su primera novela); Eduardo Trinchán, su hija Clara, y su esposa Marta (venidos de El Escorial, como todos los años, esta vez acompañados de unos amigos gallegos, Juana, Lilo y un joven con vocación de buen  gurú, que no me dijo su nombre); Antonia Sánchez Leiva y su esposo José Manuel Segado (grandes amigos siempre presentes); María Bello,  Gisela, María del Carmen, Montse… y otros muy buenos lectores que se me acercaron pero de los que ahora no recuerdo sus nombres. 

 

    3. La vida sigue y se renueva... porque va del símbolo de la mariposa monarca. Esta mañana pude asistir, en mi jardín, a algo hermoso e insólito (al menos por mi parte), pero que hemos usado hasta la saciedad en los juegos metafóricos de las crisálidas: los huevos minúsculos, amarillos, en este caso las esclepias, la enorme oruga o en su tiempo de larva, la crisálida con el nacimiento de un nuevo ser en forma de mariposa y el olvido del cascarón corporal seco, espartoso… Es decir, en este caso, la transformación de la gran migratoria mariposa monarca, hoy aún larva a lo que será mariposa bella como un vitral. No deja de ser extraño que no estemos en primavera o verano, pero ellas creo que atenderán solo al buen tiempo canario y seguro que en quince días más estarán por aquí revoloteando y alegrando nuestras vistas con sus bellas alas doradas y negras.

 

     4. Esta noche, los Reyes Magos... A esta altura prefiero más regalar, quizá  por aquello de que todo lo que se da, te vuelve duplicado. Sigo con la corrección final de mi nueva novela, Sin comienzo ni final (como definía al Tao el gran Lao Tzé). 

 

 

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